‘Revivals’, la nostalgia de la moda
Las redes sociales y la aparición de 'influencers' han acelerado la industria actual

Guerras en Oriente Medio. Cindy Crawford en portadas de revistas. Madonna en los escenarios. Boybands de moda. Friends en Netflix. Minifaldas y oversize en los escaparates de las tiendas. Vestidos de cuero combinados con piel de becerro en las colecciones de Yves Saint Laurent.
"La moda es como un círculo, donde todo se
transforma, pero nada se crea y nada se destruye. Es un reflejo de la sociedad
y el cambio, al igual que la tendencia, nos aporta novedad, energía y estímulos
para afrontar nuevos proyectos", señala Cristina Orozco, Visual Merchandiser en Moschino.
"Siempre habrá algo nuevo o inspirador que diferencia la reaparición de los revivals"
Los factores sociales, culturales y, sobre todo, económicos son agentes que influyen en el resurgir de una tendencia en moda. A ese movimiento que trata de revalorizar estilos del pasado se le denomina revival. Sin embargo, el retorno viene acompañado de una tendencia, es decir, una novedad en el estilo: "Siempre habrá algo nuevo o inspirador que diferencia la reaparición del mismo", aclara Mónica Ledesma, periodista especializada en moda. No obstante, los matices que subyacen en su atractivo y atención, a menudo se pasan por alto, tal y como se manifiesta la escritora Elizabeth E. Guffy en Retro: The Culture of Revival.
A su vez, el cambio es una constante en nuestra vida y, por ello, Cristina Orozco asegura que la nostalgia es un factor influyente en la resurrección de estilos: "El remake es el péndulo de la nostalgia. El poder de los recuerdos es real y la memoria interviene en los dispositivos culturales". Esta añoranza es generada, muchas veces, por el conocimiento de prendas de otras épocas, como los años 50, 60 o 70, que no corresponden a la generación de la persona. De este modo, las películas y series televisivas ambientadas en décadas particulares actúan en el origen de ese sentimiento.
Pero ¿significa esta reutilización de estilos una falta de ideas por parte de los diseñadores? La periodista lo tiene claro y no lo considera así. El revival responde a la búsqueda de una inspiración para transmitir sentimientos de una época que, en definitiva, es su principal objetivo. Por ello, asevera que "poco queda por inventar en cuanto a patrones, pero sí en cuanto a formas y estilos".
Orozco coincide con ella y añade que "los ritmos rápidos de la industria de la moda obligan a los diseñadores a crear una colección casi al mes". De esta manera, tratan de mantener vivo el interés de los consumidores, a través de la producción de una moda no lineal en continua inestabilidad y regulada por dosis de creatividad.
Esa celeridad está protagonizada principalmente por las redes sociales, las cuales han supuesto un cambio radical en el equilibrio de poder entre los consumidores y las marcas, ya que desempeñan un papel clave en la decisión de compra. Asimismo, el boom de blogueros e influencers tiene cabida en esta resurrección de modas del pasado. Ledesma, por ello, asegura que "la sociedad o el público es sin duda el germen de la misma".
Por
otro lado, "muchas veces los movimientos sociales o políticos que surgen espontáneamente
en las calles están vinculados con revivals",
explica. La moda militar es un claro ejemplo, puesto que es una tendencia constante
e irrumpió como resultado de un movimiento juvenil durante la guerra de Vietnam.
Vuelta al pasado
Tendencias que protagonizan los escaparates de las tiendas actualmente, como las prendas oversize, los crop tops, los pantalones de campana o la combinación de vestidos slip y camisetas básicas ya se llevaban en los años 80 y 90.
Los mom jeans, que es el estilo holgado de talla alta en vaqueros, se ha popularizado nuevamente gracias a la moda callejera. Sin embargo, los personajes conocidos como Rachel, Monica y Phoebe, protagonistas de la serie Friends, son personajes que ya vestían la reminiscencia hace más de veinte años.
Por su parte, el slip dress, de inspiración lencera, supuso un elemento básico en los armarios de los 90. Kate Moss y Carrie Bradshaw convirtieron esta prenda en la primordial para acentuar la figura femenina. Ahora, celebridades como Anne Hathaway o Rachel McAdams han optado numerosas veces por la misma para las alfombras rojas. A su vez, este tipo de vestido ha dominado el street style, gracias a su combinación con camisetas básicas y zapatillas deportivas. No obstante, esta tendencia tampoco es nueva, ya que fue vista en actrices como Alicia Silverstone en la clásica comedia romántica Clueless.
Con el objetivo de marcar y feminizar la figura reloj de arena, llegaron las minifaldas como signo de liberación en los años 50. Desde entonces, ha sido una prenda básica y permanente en la historia de la moda.
A la caza de tendencias
El trabajo de la figura de los llamados Cool Hunter es fundamental en la aportación de componentes novedosos. Son "cazadores" de tendencias que contratan los diseñadores y las grandes firmas para conocer las pautas de lo que vendrá. Además, ponen el foco de atención sobre los movimientos sociales como tribus urbanas, el street wear y, sobre todo, las nuevas tecnologías e innovación. Para ello, frecuentan lugares de moda y analizan gustos y comportamientos de la sociedad. "Siempre hay nuevas ideas emergentes y ellos tienen la capacidad de explorar y vivir la moda a 360º, buscando siempre la novedad", cuenta la trabajadora de Moschino.
Movimientos asociados a la moda, como la nanotecnología aplicada a la ropa, o nuevos estilos, como el no gender (moda sin género) aparecen de manera consecuente a la adaptación de estilos de generaciones anteriores. Por ello, la especialista en este ámbito niega el agotamiento de estas tendencias: "Si en seis siglos de moda no se han agotado, dudo que lo hagan ahora".