La belleza... ¿duele?
Los estereotipos difundidos por los
medios no reflejan la diversidad y desembocan en trastornos psicológicos y
físicos a grandes escalas
Megan Fox. Elsa Pataky. Brad Pitt. George Clooney. Cuando se piensa en el concepto de belleza, la sociedad se topa con un significado poco nítido de la misma y, a su vez, un tanto subjetivo. Sin embargo, inconscientemente, la mente se sumerge en epítomes célebres que reúnen una piel perfecta y un cuerpo delgado y perfectamente tonificado, digno de fundarse en un Versace.
En un estudio realizado para el comité The Society for Research in Child Development ("Sociedad para la Investigación en Desarrollo Infantil"), en el que se analizaron las conversaciones de niños y niñas de 10 y 11 años, se registraron que, en 22 horas de observación, 590 de las conversaciones estaban relacionadas con la apariencia física de las personas.
Los estereotipos de belleza emitidos por la publicidad y medios de comunicación son difícilmente alcanzables y producen un efecto negativo sobre la sociedad, la cual ha convertido el alcanzar el físico perfecto en el objetivo principal de las comunidades desarrolladas. A pesar de que estos cánones dependen del período y la herencia cultural, afectan a cualquier grupo de edad, tal y como afirma Rubén Tovar, psicólogo online infantil y juvenil en la empresa Terapia en Casa. "A mayor inmadurez, mayor es el efecto negativo de los mismos. Por ello, destacan los adolescentes entre los más afectados", aclara.
Esta tendencia causa problemas especiales de adaptación. "Vemos imágenes totalmente distorsionadas o maquilladas sobre hombres y mujeres que parecen estar en una especie de estereotipo perfecto y empezamos a pensar que algo falla en nosotros", explica Tovar. Las consecuencias abarcan el ámbito psicológico, a través de una imagen corporal negativa y baja autoestima. Además, la salud se ve socavada por las normas de belleza actuales que fomentan los trastornos alimenticios, así como la anorexia y bulimia. En el caso de las últimas, se caracterizan por el deseo de mantener tallas y peso siempre por debajo de lo normal, con el fin de cumplir el ideal de delgadez.
Raúl Ramírez, quien asegura que los estereotipos estuvieron más presentes a partir de los 12 años, manifiesta que, en muchas ocasiones, se ha sentido menospreciado por no tener un cuerpo socialmente aceptado. "Me he sentido presionado al no seguir patrones establecidos hasta llegar a sufrir ansiedad", asevera.
"Cuando era pequeña comparaba constantemente mi cuerpo con el de mis compañeras porque me consideraba más corpulenta", cuenta Yazmina González. Con 20 años, se vio influenciada por la normativa desde su infancia, afectando a la construcción tanto de su autoconcepto como de su autoestima.
Are we all in this together?
Por otra parte, un estudio realizado por la Universidad de Córdoba recoge, a través de encuestas a chicos y chicas con edades comprendidas entre los 18 y 25 años, que las imágenes que se muestran en las principales redes sociales (Twitter, Instagram, Youtube y Facebook) se engloban en el marcado estereotipo de belleza y que el impacto es mayor sobre las mujeres.
En palabras de los investigadores, la diferencia reside en que, en el caso de la mujer, se partía con una menor autoestima y la constante exposición a esas imágenes de las redes implica un deterioro mayor en la misma y una necesidad de modificar su imagen.
A su vez, ante los límites que presenta el concepto de belleza para las grandes industrias, la compañía Dove llevó a cabo un estudio (The Real Truth About Beauty: A Global Report) a través del cual se recolectaron datos de participantes en todo el mundo. De este modo, un 72 % de las féminas sienten una tremenda presión por ser guapa. Asimismo, solo el 4 % de las mismas se autodenominaron bellas.
En
el caso del sector masculino, no se identifica con la imagen transmitida de los
hombres a través de la publicidad, conforme a una investigación de la
consultora de marketing El Departamento.
Sin embargo, existen psicopatologías como la vigorexia que se caracteriza,
principalmente, por la generación de una autopercepción basada en la debilidad
y carencia de cualquier atractivo físico.
Love yourself
Pero ¿cómo se puede modificar la reacción que conllevan los estereotipos de belleza?
El profesional en psicología lo tiene claro y considera que el cambio permanece en la educación, basada en la diversidad y diferencias que existen en una sociedad. Por ello, asevera que "todos somos diferentes y que, realmente, no tenemos que estar cortados por patrones similares".
"Me he dado cuenta de que muchas de las inseguridades que he sufrido no son reales, sino creadas por la sociedad. Por lo tanto, cuando fui consciente de esto, comencé un proceso de aceptación de mí misma", señala González.
Existe
una tendencia en la cultura occidental a recurrir a la aprobación externa con
el fin de sentirse realizado y aumentar el valor personal. Sin embargo, lejos
de reforzar la autoestima, se entra en un ciclo de necesidad de ser valorados. Por
ello, el psicólogo apunta que lo fundamental es quererse a uno mismo y la
educación ante la autoestima, autoconcepto y autoimagen personal.
Asimismo, se debe hacer un filtrado ante estos cánones, como si se tratara de una película de ficción: "Quien lo filtra desde un enfoque en el que se quiere a sí mismo, no le afectarán los estereotipos, ya que se convierten en una imagen ficticia como otra cualquiera".
Además, recomienda terapia en caso de que se tengan problemas de autoestima y autoaceptación. "Deben fijarse en su alrededor, que es la demostración real de lo que hay en el mundo. Y a su alrededor no hay estereotipos perfectos, sino personas con sus cosas bellas y sus cosas feas. La belleza está en la imperfección", concluye.